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Patología Mecánica

Son enfermedades caracterizadas por producir un patrón de dolor que suele empeorar con el movimiento y la actividad física, y mejorar con el reposo.

 

ARTROSIS

Es una enfermedad reumática en donde hay compromiso del cartílago articular como consecuencia de un desgaste de la articulación.

 

Dentro de los factores que contribuyen a la artrosis están el componente genético, la obesidad, la edad y ciertas actividades laborales y deportivas.

 

El dolor es de características mecánicas. Puede tener episodios inflamatorios incluso con aumento del liquido articular que puede requerir de su extracción para estudio y alivio de los síntomas.

 

Existen diversos tratamientos indicados por el reumatólogo, encaminados a mejorar el dolor y la calidad de vida. Dentro de ellos contamos con tratamiento farmacológico, no farmacológico como la fisioterapia y procedimientos mínimamente invasivos como las infiltraciones, a través de la introducción de un medicamento dentro de la articulación que permiten el alivio del dolor y de la inflamación.

 

En casos avanzados puede ser necesario el tratamiento quirúrgico.

 

SINDROME DEL MANGUITO ROTADOR, EPICONDILITIS Y EPITROCLEITIS

Son enfermedades mecánicas en las que se inflaman los tendones que afectan a los músculos que permiten la movilidad de hombro, en el caso del síndrome del manguito rotador y los tendones de inserción en el codo, en el caso de la epicondilitis y la epitrocleitis.

 

Suele presentarse por sobreuso en contexto de movimientos repetitivos generados en actividades laborales, deportivas, labores domésticas o traumatismos.

 

El reumatólogo determinará mediamente la historia clínica, el examen físico y ayudas diagnosticas como la radiografía, la ecografía o la resonancia magnética, que compromiso existe en este grupo de tendones y así mismo descartará otras entidades que puedan producir síntomas similares.

 

El tratamiento depende de si hay inflamación o ruptura de los tendones, el tiempo de evolución y la limitación que produzca en el paciente.

 

El manejo va desde los antiinflamatorios tópicos y sistémicos, el reposo y la fisioterapia, hasta procedimientos menores como las infiltraciones y en casos avanzados, la cirugía.