Es una enfermedad caracterizada por un dolor crónico generalizado, con puntos dolorosos específicos sensibles a la exploración, que suele acompañarse de fatiga, sueño no reparador y bajo estado de ánimo.
Debe tenerse en cuenta que la fibromialgia es un diagnóstico clínico y que hay diferentes enfermedades reumáticas que pueden tener síntomas similares. Es por eso que es fundamental que todo paciente con sospecha de fibromialgia sea valorado por un reumatólogo que realice un estudio completo que permita descartar otras patologías y brinde el tratamiento adecuado para cada paciente, teniendo en cuenta que debe ser un manejo multidisciplinario que de pautas para evitar desencadenantes de dolor como son los eventos estresantes, la ansiedad y la depresión, terapia física, terapia en el agua (hidroterapia), actividad física suave y tratamiento farmacológico que permitan controlar el dolor y mejorar la calidad de vida.
Médica cirujana de La Fundación Universitaria Juan N. Corpas y especialista en Reumatología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona